DIA COMPLETISIMO CON PICADAS A TODAS HORAS.....

No salíamos con demasiada confianza con las nordestadas que estaban pegando estos días pero como siempre el peixe va por libre y comen cuando ellos quieren y no cuando nosotros queremos. Salimos a la amanecidas y a las 7h ya estábamos  dando los primeros lances. Probamos en un sitio fuera de marea pero en el 2º lance ya había clavado con unos de mis artesanales de 12cm y 22gr, la primera del día de  unos 900gr. Cambiamos de postura buscando espumero que compitiese con el sol que se prometía potente, para poder asi, engañar a nuestras amigas. Sacó Luís nada mas cambiar de postura, otra exactamente igual. Pintaba bien la cosa, yaque hasta el momento las posturas que habíamos probado eran con la maréa totalmente contraria. Siguió el festival de picadas y viendo que nos adentrábamos en aguas mas profundas, meto el vinilo con cabeza de 20gr. Nada mas ponerlo 2 picadas seguidas que soltaron en el inicio de la lucha. Luís en el mismo lugar sacó otra con el max-rap de 15cm de igual medida que las anteriores. Teníamos claro que las lobas serían de ese porte, rozando el kg yaque con semejante sol y calor se antojaba complicado que un gran róbalo anduviese de caza, aunque la espuma siempre da esperanzas. Las 3 posturas siguientes dieron también otra lubina al vinilo, muy recortada que soltamos y varios abadejos que salieron y otros tantos que se soltaron al vinilo, el rey absoluto con los abadejos, que sueltan con mas facilidad que la lubina por su forma de atacar de abajo arriba como cohetes y con la dificultad añadida de un solo anzuelo. Al max-rap no lo tocaban porque comían en las capas bajas, por debajo de la espuma, lugar donde el vinilo se comvierte en letal. Para hacer algo de tiempo pusimos las boyas mientras subía la marea para darle a una posta que teníamos entre ceja y ceja. Teníamos una caja bonita con 5 lubinas cercanas al kg y otros tantos abadejos de unos 700gr, que necesitábamos para unas celebraciones que teníamos ese fin de semana, asique ya estabamos mas que satisfechos. En el primer lance con la boya entró un buen ejemplar que se soltó y embaló todo lo que había alrededor. Montamos nuevamente los mismos señuelos anteriores y rumbo al pesquero. Nada mas llegar pega una peque al max-rap que hubo que soltar, en medio del amplio espumero que se formaba en la zona. Ahí empezó a darlo todo el vinilo. Lo traía rozando el fondo, pero como el que no arriesga no gana, es lo que quedaba para que el vinilo diese sus frutos. No se hicieron esperar las picadas en medio de la olla de espuma, eran como las anteriores, cercanas al kg y con una fuerza que no esperábamos, de hecho al cabezear  pensábamos en peixe mas grande. Salieron 5 en intervalos de espera muy parecidos. En el borde de la espuma veo una silueta pequeña cazando, que venía de abajo y pegó 2 cambios de dirección y desapareció, momento en el que se lo comento a Luís que venía recogiendo el max-rap cerca de  esa zona y como no, pegó sin dudarlo a su señuelo. Nos echamos unas risas con la anécdota del día y la soltamos inmediatamente para que siguiese cazando. Volvimos a colocarnos bien y empezó la mejor despedida para el día que hasta ahora llevábamos. Meto el vinilo en la olla y siento una trabada brutal que asocié con piedra hasta que me empezó a sacar hilo de una manera brutal y buscando un carreiro lleno de piedras a lo que respondimos moviendo la lancha para intentar cambiar su dirección y empezar a trabajarla sin demasiados sustos. Lo conseguimos, venía muy profunda y no conseguía moverla, dando unos cabezazos que presagiaba un buen bicho. Despues de 10 minutos de lucha por las profundidades conseguimos verla en la vertical de la lancha a unas cuantas brazas pero ya rendida. Un bonito róbalo de 5kg me había destrozado el brazo y alegrado el día a los dos.

 Volvimos a la zona cero por si las moscas, no fuese que anduviera una compañera por allí y no tardó demasiado en meterle al vinilo en el mismo sitio y misma altura. No soltó hilo la bobina y era un peso muerto, saliendo a flote casi de inmediato cerca de una piedra que ya lavaba y tuvimos que movernos para safarla. En principio viendo la silueta nos parecia de un par de kg pero cuando la íbamos acercando nos dimos cuenta que era otro robalaco casi como el anterior. Dió 4.5kg de peso y no luchó nada, suponemos por estar mas débil debido a un deshove mas tardío.

Ahí decidimos marchar, aún a sabiendas que podríamos sacar mas pescado bueno, pero ya teníamos pescado de sobra y un día inolvidable en nuestras retinas. Fué una lástima que no hubiesen salido los róbalos antes, porque alguno de los pescados que trajimos también los habríamos soltado.
S2 E BOAPESCA.